TOLEDO 1522: EPÍLOGO DE LA LUCHA COMUNERA

Un jinete mensajero cabalga sin descanso hacia Toledo. La ciudad entera, entre la esperanza y el miedo, aguarda noticias. Nada se sabe aún de su vecino más ilustre, Juan de Padilla y de su ejército toledano en lucha contra el emperador. Castilla ardía en llamas contra los abusos del poder real. María Pacheco, mujer de Juan, que en ese momento dirige con paso firme la ciudad, recibe la peor de las noticias. El ejército comunero acaba de ser derrotado en Villalar y sus líderes, Padilla, Bravo y Maldonado, ajusticiados. Parece el final de un sueño. La primera revolución moderna de la historia ha fracasado. Madrid cae el 7 de mayo y los principales líderes comuneros han muerto, huido o apostado por capitular...

Sin embargo, María decide resistir. Toledo no se doblega ante el poder real. 9 meses de heroicidad del pueblo toledano...hasta el 3 de febrero de 1522. María tiene que dejar su casa con su hijo de corta edad, huir de una muerte segura, camino al exilio en Portugal. Allí muere en 1531 después de largos años de penuria. Pero el emperador, todavía ciego por el odio, se opone a que sea enterrada en Villalar, junto a Juan. Hoy día, sus restos descansan en la catedral de Oporto, lejos de su marido, lejos de su familia, lejos de su gente, lejos...de su amada Castilla.

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El próximo domingo 1 de febrero se conmemora, como todos los años, en la plaza de Zocodover de Toledo, este capítulo de nuestra historia, con música tradicional castellana y representación teatral del momento. Una muestra de que la llama comunera sigue hoy viva.

¡¡¡Besos y abrazos!!!