Ya casi años de una de las películas de cine negro que más impacto han causado: SEVEN. Los siete pecados capitales. Con una interpretación magistral de Brad Pitt y Morgan Freeman. ¿Y a qué viene esto ahora? Por un lado que en verano tengo más tiempo para pensar y, por otro, a que le veo muchas similitudes con nuestra situación actual. Si no fuera por la crisis del cine español, animaría a Santiago Segura a rodar un remake en plan castizo: ahí va el argumento...
Érase una vez un monarca, muy campechano sí, con buena presencia, al que debemos agradecer la democracia, la paz, y que salga el sol todos los días. Pero un día descubrimos su verdadero rostro y el de su familia. Dineros, elefantes y una pasión sexual desenfrenada con princesas alemanas. LUJURIA.
Todo esto mientras un Montoro insaciable no deja de recortar prestaciones y derechos, bajar salarios, subir el IVA, todo con afán recaudador. La gente lo empieza a pasar mal frente a un gobierno títere de Alemania. Merkel quiere más y más y más, y nunca llega a sentirse satisfecha. GULA.
El pueblo está cada vez más enfadado. Pero ahí no acaba la cosa. Llega nuestro amigo Bárcenas. Decían los antiguos que en España se podría ir de Gibraltar a Bilbao saltando de cuenta en cuenta de Bárcenas. Millones y millones en negro, tantos que parecían no tener fin. Algunos lo definen como espíritu emprendedor pero tiene otro nombre... AVARICIA.
Y llega el momento de la verdad. Los famosos sobresueldos. No es de extrañar el monumental enfado de Rajoy o de Cospedal. Su tesorero con millones de euros por ahí y a ellos les caían unas pocas migajas en forma de decenas de miles de euros de nada en sobresueldos. Pringados. Y es que quien parte y reparte...ya se sabe. Ahora hasta le llaman "presunto delincuente" y todo. Les corroe...la ENVIDIA.
Claro, que eso no les debe quitar responsabilidad. Un presidente al que se acusa de recibir dinero negro y al que se le pilla chateando con Bárcenas como un chiquillo no es un buen ejemplo. Debe comparecer o moción de censura dice Rubalcaba (¡¡eso sí sin elecciones por la cuenta que le trae el PSOE!!). Rajoy desaparece. No le apetece salir a dar explicaciones. Como mucho responde al ABC hablando de la calor que hace estos días. ¡¡Menuda PEREZA!!
Y mientras, en casa de la Duquesa...una señorona antaño presidenta de la Comunidad de Madrid no para de mirar la tele acariciando a su gato. El pobre ya estará casi calvo. Esperanza tiene la varita mágica preparada, sabe perfectamente lo que hay que hacer para salir de la crisis y de la corrupción, y más pronto que tarde rogaremos de rodillas su vuelta como salvadora de la Patria. SOBERBIA.
Llegamos al final. Solo queda uno. Los espectadores ya se muerden las uñas de impaciencia. Nos queda ese pecado al que tienen derecho los ciudadanos. ¿Llegará ese fatídico momento algún día? Puede que sí, pero creo que finalmente faltarán cajas de cartón....
