Sin embargo no todas las procesiones que se realizan en estos días tienen un carácter religioso. En la ciudad de León, esta noche, se celebra la procesión del entierro del Genarín, en homenaje a un pellejero al que le gustaba el buen vino y la buena vida y que, en la noche de jueves santo de 1929, fue atropellado por el primer camión de basura de la ciudad. Su triste final se convirtió en argumento para que un grupo de 4 amigos (llamados evangelistas) pusiera el gérmen de lo que hoy día se ha convertido en una de las celebraciones más peculiares de nuestra Semana Santa.
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