martes, 10 de febrero de 2009

RINCONES PARA RUCIO: ISLANDIA

Islandia, el país de la buena vida y de los ciudadanos felices. Así era considerada esta isla nórdica en un reportaje de El País publicado hace menos de un año. Como si de un mal sueño se tratara, no tuvieron que pasar muchos meses para que este orgulloso país se convirtiera en el primero del mundo occidental en tener que pedir auxilio al Fondo Monetario Internacional. Su economía en bancarrota, bancos nacionalizados, inflación disparada y moneda moribunda...
posiblemente esta pesadilla económica sea también una oportunidad para viajar a la isla. Yo estuve hace dos años, cuando nadie advertía de la crisis que acechaba. Desde que el avión tomó tierra sobre una plataforma de tierra volcánica más propia de la Luna hasta nuestro regreso, el viaje por este país se convierte en una sucesión de volcanes, fiordos, géiseres, glaciares, carreteras de tierra, lagos, ballenas y sobre todo...cascadas...infinitas, espectaculares. Y nieve, especialmente al norte. Y en verano, luz, mucha luz...al ir a la cama tendréis la sensación de echaros la siesta porque las finas cortinas no atenúan la gran claridad que entra por la ventana durante toda la noche.

Ante nosotros, un mundo metido en una pequeña isla. Con nuevo gobierno socialdemócrata, con una mujer de primer ministro, lesbiana. Con un largo camino por recorrer para salir del pozo. Tratando de despertar de una pesadilla...es la oportunidad para recorrerla y darnos cuenta de que lejos de una pesadilla, nuestros ojos van a poder contemplar un sueño, un maravilloso sueño.


3 comentarios:

  1. Muy chulo el artículo, que recuerdos!!! y con fotos nuestras, jejeje.

    Por cierto, cómo no les iban a ir mal las cosas después de nuestra visita con lo gafes que somos!!!!

    Yo tengo que volver algún día...

    ResponderEliminar
  2. Ni se os ocura ir allí.
    He oído que ahora es un país peligrosísimo. Durante la bonanza económica allí la moda era tener como mascotas a unos cetáceos de gran tamaño llamados ballenas sigursson. Con la llegada de la crisis la gente ya no puede mantenerlas y las abandona en las gasolineras. El resultado es que ahora aquello está lleno de manadas de ballenas asilvestradas que atacan los coches de los turistas.

    Un saludo a Anónimo , aunque ha ocultado tanto su identidad que no sé quién puede ser.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo ???

    Lo que pasa es que está en el curro y no pone su nombre por si acaso...malditos funcionarios !!!

    ResponderEliminar