La ocupación china se hacía insoportable. La posesión de la tierras, el respeto a la cultura, a la identidad y a las tradiciones se veían seriamente amenazados. El pueblo tibetano se alza contra el invasor. El resultado, miles de muertos, el Dalai Lama huido y el sueño de un Tibet libre, interrumpido.
Mañana se cumplen 50 años y ese sueño, cada vez más lejos. Los intereses de las grandes potencias mundiales, políticos y económicos, pesan mucho más en una balanza en la que los derechos humanos equivalen a una pluma. La reciente visita de Hillary Clinton consagra esta realidad. El respeto a los derechos humanos, mencionado como si de una anécdota se tratara.
Ya ocurrió con Sarkozy, amenazando primero con boicotear los Juegos de Pekín y, finalmente, callando ante los posibles daños y perjuicios al consumo de productos Carrefour. Así parece que lo de las rebajas va a ser cierto. Como si de un supermercado se tratara, los principales líderes mundiales han ofrecido a la dictadura china un 3x2. Si Vd. nos paga con una alianza política y económica...los derechos humanos se los lleva, gratis. Oferta claramente tentadora, y más aún en tiempos de crisis.
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