Jornada de excursión. Ayer estuvimos unos cuantos correteando por Aranjuez. Visitamos su Palacio Real. Allí nos encontramos, atentos a la explicación de una guía que apuraba el tiempo para acabar con la última visita de la tarde, con una sucesión de estancias lujosamente decoradas. Entre ellas, el amplio Salón del Trono. Allí mismo, 201 años y 3 días antes, el rey Carlos IV se veía forzado a renunciar a la corona en favor de su hijo Fernando VII. Las intrigas en la Corte y la sospecha de que los monarcas estaban a punto de abandonar la ciudad en dirección a América, ante el avance de las tropas francesas, desencadenaron la revuelta. Ayer domingo, el Palacio y sus jardines estaban inundados por un apacible sol que nos acompañó toda la jornada. Poco en el ambiente podría hacernos imaginar que en ese mismo lugar, hace dos siglos, se estaba escribiendo el primer capítulo de uno de las mayores pesadillas de nuestra historia.
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