miércoles, 3 de junio de 2009

CALLES CON HISTORIA

Muchos días las recorremos. Nos sirven de lugar de encuentro o de despedida. Algunas dan nombre hasta paradas de metro. Son las calles y plazas de Madrid. Durante cientos de años eran bautizadas por el pueblo. Sus nombres encierran un pedazo de nuestra historia.
Así, la Puerta del Sol y la calle Carretas, lugares de encuentro para salir de marcha o de tapas. El origen de sus nombres se remonta a la Guerra de las Comunidades de Castilla. Para la batalla, los comuneros madrileños, construyeron un castillete al que en su puerta pintaron un simbólico sol. Próximo a él, se defendieron amontonando carretas, frente a las tropas del rey.

El nombre de otras calles, procede de historias de novela. Cuando vamos a tomar algo a Chueca, pasamos muchas veces por una calleja, encajonada entre Alberto Figueroa y Gravina, que se llama Válgame Dios. Por lo visto, esa fue la exclamación que lanzó una mujer cuando iba a ser asesinada (junto con su hijo) por su amante y un amigo de éste. Menos mal que unos monjes que los acompañaban, hicieron llegar a un hombre fuerte que desbarató el crimen.

Posiblemente después, ya camino de Cool, recorramos la Gran Vía. Como muchas otras, esta calle ha sido bautizada en varias ocasiones a lo largo de la historia. Así, durante la guerra civil, se llegó a llamar Avenida de la C.N.T., Avenida de Rusia y Avenida de la Unión Soviética. Por razones "difíciles de comprender", Franco le puso el nombre del fundador de la Falange, José Antonio...hasta que en 1981, Enrique Tierno Galván le devolviera su nombre más popular, por el que siempre había sido conocida por los madrileños, la Gran Vía.

Así que ya sabéis, vayamos Cogam, al chino de San Bernardo, al Vivares, al Me Da Igual o a Cool, tendremos la posibilidad de recorrer unas calles que, lejos de ser anónimas, están cargadas de leyendas y de historia, de nuestra historia.

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