Bélgica acaba de batir una marca...200 días sin gobierno. Después de las últimas elecciones, los partidos flamencos y valones no logran ponerse de acuerdo. El victimismo de unos y otros que no paran de lanzarse los trastos a la cabeza a la mínima ocasión hacen difícil que la negociación culmine con éxito.
En los próximos días...un nuevo intento para el acuerdo ¿año nuevo vida nueva? Pues no, en este caso es porque una agencia de calificación de deuda, Standards and Poors, ha amenazado con bajar al país un escalón y Bélgica tiene que aplicar las medidas económicas que impone el "mercado". Y es que, últimamente, nuestro futuro económico no está en manos de Sarkozy, de Zapatero o de la Merkel, sino de un nuevo y terrible ventrilocuo, llamado Standards and Poors, que ha terminado por convertir a nuestros dirigentes en los nuevos Macario y doña Rogelia.
En los próximos días...un nuevo intento para el acuerdo ¿año nuevo vida nueva? Pues no, en este caso es porque una agencia de calificación de deuda, Standards and Poors, ha amenazado con bajar al país un escalón y Bélgica tiene que aplicar las medidas económicas que impone el "mercado". Y es que, últimamente, nuestro futuro económico no está en manos de Sarkozy, de Zapatero o de la Merkel, sino de un nuevo y terrible ventrilocuo, llamado Standards and Poors, que ha terminado por convertir a nuestros dirigentes en los nuevos Macario y doña Rogelia.
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