Se acabaron los vicios. Con el entierro de la sardina, la tradición nos dice que tenemos que dejar bajo tierra todos los excesos vividos durante el carnaval. No se sabe si esta tradición tiene su origen en un grupo de estudiantes madrileños con ganas de fiesta en el siglo XIX, en unos nobles que "enterraron" en estos días unas sardinas que les llegaron caducadas o en la ceremonia cristiana de enterrar una costilla de cordero (cuya forma recuerda "con mucha imaginación" a una sardina). En cualquier caso podemos estar viviendo al nacimiento de otra nueva tradición... Se trata de meterse con alguien pero sin decir su nombre. Aquí os dejo el ejemplo: Gallardón. Escuchad los pregones de fin de carnaval de 2009 y de 2010. ¿A quién se referirá con sus palabras? Ni idea.
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