lunes, 6 de julio de 2009

UN PLATO DE MACARRONES

De igual manera que añadir jenjibre, hinojo y un poquito de chile a unos macarrones puede conseguir que un plato simple y corriente se convierta en una exquisitez para el paladar, el dinero hace lo propio en la escena internacional. Supongamos que el plato corriente de macarrones con tomate se llama Honduras. Tras la expulsión de su presidente Zelaya mediante golpe de Estado, este país ha sido aislado al unísono por la Comunidad Internacional y expulsado de la OEA. España se ha apresurado a llamar a consultas a su embajador y la ONU prepara una resolución de condena si no restituyen a su legítimo presidente...
supongamos que a este insulso plato de macarrones le añadimos un toque magistral, su jengibre, su hinojo y su chile picante...en este caso en forma de dinerito...tenemos a China. Después de la dura represión en su provincia occidental de Xinjiang, de mayoría musulmana uigur, las enérgicas acusaciones y amenazas de antes, ahora se convierten en llamamientos a la "calma" y a la "contención". Siguiendo el símil gastronómico, creo que esto va a ser porque nuestros líderes políticos tienen un paladar refinado, ya que son capaces de diferenciar al instante alimentos que, para el resto de la humanidad, no pasan de ser idénticos platos de macarrones.

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