
supongamos que a este insulso plato de macarrones le añadimos un toque magistral, su jengibre, su hinojo y su chile picante...en este caso en forma de dinerito...tenemos a China. Después de la dura represión en su provincia occidental de Xinjiang, de mayoría musulmana uigur, las enérgicas acusaciones y amenazas de antes, ahora se convierten en llamamientos a la "calma" y a la "contención". Siguiendo el símil gastronómico, creo que esto va a ser porque nuestros líderes políticos tienen un paladar refinado, ya que son capaces de diferenciar al instante alimentos que, para el resto de la humanidad, no pasan de ser idénticos platos de macarrones.
Ah, ¿¿no era solo por el tamaño?? China es más grande, ¡¡impone!!
ResponderEliminarcomo para darse un atracón jejeje
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