Mañana comienza un nuevo cónclave para elegir Papa. La majestuosa Capilla Sixtina se llenará de negociaciones, de pactos, de intrigas, de descartados, de favoritos. Una auténtica casa de Gran Hermano pero sin cámaras...y cambiando a Mercedes Milá por Paloma Gómez Borrero.
Una buena noticia para empezar. El cónclave no va a ser organizado por Óscar López, y se confirma que el encargado de explicar al mundo el nombre del nuevo Papa y su contrato con el Vaticano no será María Dolores de Cospedal. Lástima de peineta. Con estas premisas, queda la incertidumbre de conocer la duración de las votaciones. Cuantas más votaciones, mayor la discrepancia, mayor la impaciencia y mayor el colocón de los Cardenales que con tanta fumata van a terminar por ver al mismísimo Espíritu Santo y a los 12 apóstoles si se apura un poco. Dicen que lo que queman con las papeletas es paja húmeda...
No tengo especial interés en el resultado, con excepción de una porra en la que participo por un ponme aquí unas cañas con unas tapas de gratis como premio final al acertante. Eso sí, un comentario sobre el Espíritu Santo (que es quien les sopla al oído el nombre del elegido a los cardenales). Como finalmente el elegido sea ese cardenal de Ghana que se llama Peter Tuckson, de raza negra y de nombre Pedro, demostrará tener mucho sentido del humor...y además ¡¡¡lo feliz que le haría a Iker Jiménez!!!
¡¡¡Besos y abrazos!!!
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