miércoles, 13 de octubre de 2010

EL INSULTÓDROMO


Que conste que no me gusta cómo se celebra el 12 de octubre ¿Por qué un desfile militar? ¿Por qué no un pase de modelos o una cabalgata -ocasión ideal para celebrar ese día del orgullo hetero que tanto quieren los de intereconomía-. Y encima va y termina con insultos al presidente y polémica porque el momento no resultaba apropiado.


Pues bien, este blog lanza una propuesta interesante. Igual que la selección de fútbol de Corea del Norte, cuyos jugadores fueron condenados a ser insultados 6 horas seguidas por los aficionados, todo cargo político de este país debería pasar periódicamente por el insultódromo. Se celebraría en un recinto público (una buena forma de reconvertir una plaza de toros en desuso por ejemplo), en el que el Zapatero, la Esperanza o el Rubalcaba de turno deberían mantenerse en un estrado mientras miles de aficionados (tras el pago de la correspondiente entrada) les llenarían de amables piropos. Al final, podrían premiarse los insultos más ingeniosos o el político con mejor aguante y todos nos divertiríamos... Así le saldría una dura competencia al fútbol como espectáculo de masas y al mismo tiempo se impulsaría el sector servicios y la economía.

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