El anterior Papa nos pintó un camino de rosas que no era tal. Cuando todo parecía sencillo y feliz, con unos cuantos fichajes de aquí y allá íbamos poder estar tranquilos. No seríamos los mejores de la liga pero tampoco tendríamos apuros. Nadie hizo caso a las advertencias que nos daba Benedicto XVI...y no me refiero a lo de la homosexualidad...porque en el fútbol como en Irán ya sabemos que no hay de esas cosas:) Me refiero a que este Papa hace 2 años ya nos recordaba que "el infierno existe y no está vacío". Ayer, en un día para olvidar, el Real Valladolid pudo comprobar que de verdad existe, y desde luego que no está vacío. Allí nos esperan el Rayo, el Salamanca, el Numancia y unos cuantos más. Esperemos purgar nuestros pecados pronto y que el Pucela pueda volver pronto al reino de los cielos, y podamos contemplar a Florentino Pérez.
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