lunes, 17 de octubre de 2011

CONFERENCIA ¿PARA QUÉ?

Imaginémonos un país donde violadores, narcotraficantes y demás delincuentes camparan a sus anchas. Imaginémonos a una población atemorizada y a una multitud de víctimas y de familias destrozadas de por vida.

Un día, nos dicen que ya no van a volver a hacer el mal durante un tiempo. No se arrepienten pero piden un diálogo sincero. Nos toman el pelo. Otro día, nos vuelven a decir que ahora sí, que paran, que quieren dialogar. Nos vuelven a tomar el pelo. Y así durante largos años. Una y otra vez, nos ilusionamos, apoyamos cualquier iniciativa para que nuestro país alcance la paz. Una y otra vez, nos toman el pelo.

Y así, hasta que un día, casi todos esos violadores, narcotraficantes y demás delincuentes, están encarcelados. Son más débiles que nunca. Están derrotados. No son nadie. Por eso, hay algo que ni siquiera en este ejercicio de imaginación podría entrarnos en la cabeza. A un Estado dando la mano a una panda de delincuentes derrotados y a unos delincuentes enorgulleciéndose de su gran generosidad por no seguir haciéndonos el mal ¿Para qué una conferencia internacional de paz? Es como si un carterista le roba la cartera a una señora, una y otra vez, y encima la señora le tiene que dar las gracias y alabar su generosidad por no volver a robarla.

Quiero que todas las opciones políticas, sin excepciones y siempre que no defiendan abiertamente la violencia, puedan presentarse y optar a ser votadas por los ciudadanos. Y a partir de ahí, política, solo política ¿Qué pintan en todo esto violadores, narcotraficantes y demás delincuentes? No dudo de la buena voluntad de Kofi Annan, de Bertie Ahern o de Gerry Adams con su conferencia, pero es que ya no nos pueden volver a tomar más el pelo. Básicamente porque, a estas alturas de partida, a este país ya no le queda ningún pelo que tomar.

 
¡¡Besos y abrazos!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario