Ayer fue un día de despedidas. Quizá fue por los efectos de la borrasca y este viento racheado que nunca cesa. Quizá por la lectura del magnífico reportaje de ayer del País Semanal "La generación sin armario", con beso casto de Gabriel y Rubén incluido. Quizá por la tensión de un duelo en la cumbre Pucela-Athletic en el Nuevo Zorrilla. Quizá por las agujetas de mi partido de iniciación al pádel del sábado. O quizá no... pero este pasado domingo ese trocito de armario que aún permanecía en mi desván, el más importante, se rompió en mil pedazos, desapareció.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
...Aunque nunca me lo he planteado demasiado en serio (quizás ya va siendo hora de pensarlo al menos) tiene que ser un paso dificil de dar... ¿A que sabe la libertad Rucico? ejejje
ResponderEliminarEntonces: ¿ya se la lo has contado también al Raúl Sender de las taquilla de Renfe de Chamartín? :)
ResponderEliminarPor cierto no pillo qué relación tiene la bandera de la Rioja con el tema de este blog
Muchas, muchas, muchas, muchas felicidades, Cesar...
ResponderEliminarSi uno que yo me sé hubiera tenido ese espíritu... Mi vida ahora mismo sería muy diferente...
Muchas felicidades Cesar, en serio...
Bienvenido a tu vida.
De verdad, espero que no fuera el arbitro del partido el que te empujó a tomar esa decisión.
ResponderEliminarUn Abrazo jefe!
Muchas gracias a todos!!!;)
ResponderEliminarY por supuesto...La Rioja qué hermosa eres!!
Joder, con el poder de Marta...
ResponderEliminarPero esa bandera, no es de la Rioja... es del gran Tawantinsuyo.
Felicitaciones por tus decisiones. Un gran abrazo.
Enhorabuena, con un poco de retraso pero con toda la alegría que me da saber que has conquistado tu libertad.
ResponderEliminarMuchas felicitaciones. Un beso muy muy fuerte.
Carmen Burgos